Cómo actuar ante alertas de nieve y grandes heladas
Cuando hay alerta de nieve, los madrileños, y especialmente los que viven en la sierra de Madrid, en la sierra de Guadarrama y la sierra Norte, deben conocer el plan de actuación para las inclemencias invernales. Más vale prevenir y estar preparados que quedarse aislados y correr riesgos, como sucedió con la borrasca Filomena de 2021, una nevada de 30 horas que dejó a una gran parte de la población aislada y les pilló de sorpresa. Los servicios públicos deben dar respuesta, pero los ciudadanos han de colaborar y seguir las recomendaciones por su propio bien.

Ante las alertas de nevada o heladas, es indispensable llevar las cadenas en el maletero. Fotografía de Sam Ferrara.
El invierno puede traer consigo condiciones climáticas extremas que afectan tanto al exterior como a la seguridad en casa y al desplazamiento en vehículos. Prepararse adecuadamente es esencial para afrontar las bajas temperaturas, nevadas y posibles emergencias asociadas a esta estación.
El plan nivel cero de actuación por inclemencias invernales se activa cuando hay fenómenos adversos de temperaturas extremadamente bajas o nieve. Este es el nivel de activación más bajo de los cuatro existentes.
La activación de este plan tiene un componente eminentemente preventivo para dar una respuesta eficaz por parte de los servicios públicos para establecer y gestionar eficientemente los medios humanos y materiales necesarios en cada momento.
Ante grandes nevadas o heladas, vístete por capas
Si vas a pasar tiempo en el exterior en días de grandes heladas o nevadas, es importante vestirse en capas. Usar varias prendas ligeras y cálidas superpuestas es más eficaz que una sola prenda gruesa, ya que el aire atrapado entre las capas actúa como aislante. Las manoplas, por ejemplo, proporcionan más calor que los guantes tradicionales, al permitir un mejor intercambio de calor entre los dedos.
También se recomienda proteger bien el rostro y la cabeza para evitar la entrada de aire extremadamente frío en los pulmones. Esto resulta especialmente importante durante actividades al aire libre en condiciones de ventisca, donde la combinación de aire frío, nevadas y fuertes vientos reduce drásticamente la visibilidad y el confort. Es mejor evitar desplazamientos en estas circunstancias.
Asimismo, es fundamental caminar con precaución para evitar caídas en superficies resbaladizas. Utiliza aceras y cruces peatonales con máxima atención, especialmente durante nevadas recientes o cuando las temperaturas bajen lo suficiente para formar hielo.
Precaución con los niños y las estufas y los braseros
En casa, debes tomar medidas específicas para mantener el calor y la seguridad. Es importante utilizar el teléfono solo para llamadas imprescindibles y asegurarse de que el móvil esté completamente cargado en caso de necesitar contactar con emergencias.
Si estás en una casa de campo de la sierra de Madrid, cuida que los niños estén alejados de fuentes de calor, como estufas o braseros, para evitar que se quemen o incluso que se produzca un incendio, y evita el uso de braseros de carbón o leña en espacios cerrados sin ventilación adecuada, ya que pueden causar intoxicaciones.
Protege las tuberías para que no se congelen
Otro aspecto clave es proteger las tuberías para que no se congelen si vives en un chalé. Envolverlas con material aislante o mantener un grifo ligeramente abierto puede evitar que se rompan por congelación. Además, asegúrate de que las instalaciones de calefacción tengan suficiente combustible y ten un equipo alternativo para caldear, al menos, una habitación de tu hogar, donde os podáis juntar.
Es recomendable disponer de alimentos de reserva y herramientas como velas, linternas y pilas, en caso de cortes eléctricos. Asimismo, colabora con el vecindario limpiando las aceras frente a tu domicilio después de nevadas importantes, para garantizar la seguridad de todos.
Consejos para los automovilistas ante las heladas y grandes nevadas
Evita viajar en coche propio durante olas de frío intenso y opta, si es posible, por el transporte público. Si necesitas conducir, revisa el estado del vehículo antes de salir. Es esencial que los neumáticos estén en buen estado y que dispongas de líquido anticongelante adicional. Llevar cadenas, una pequeña pala y mantas en el coche puede ser crucial en caso de emergencia. Además, mantén el depósito de gasolina lleno para evitar contratiempos.
En carreteras con nieve o hielo, conduce a baja velocidad, utiliza marchas largas y evita maniobras bruscas, como giros repentinos o frenadas súbitas. Mantén una distancia de seguridad mayor a la habitual con el vehículo que te precede, ya que la calzada puede estar resbaladiza, especialmente en zonas sombrías donde el hielo tarda más en derretirse.
Si quedas atrapado por la nieve, permanece dentro del automóvil con la calefacción encendida y ventila el interior periódicamente para evitar acumulaciones de dióxido de carbono.
Si acaso tu vehículo quedara enterrado por la nieve, coloca un pañuelo o tela llamativa, a ser posible, de color chillón, en la antena para facilitar su localización.
Cómo disfrutar de un bonito día en la nieve y reducir riesgos
Si la alerta de nieve es extrema, lo mejor será que te quedes en casa. Pero si el parte meteorológico no prevé riesgos, toma tus propias precauciones y sal a disfrutar de la naturaleza en blanco:
- Consulta las previsiones meteorológicas: infórmate sobre las condiciones climáticas del día. Las nevadas pueden transformarse rápidamente en ventiscas o niebla densa, lo que dificulta la visibilidad y aumenta los riesgos.
- Usa ropa y calzado adecuados: la impermeabilidad y el aislamiento térmico son clave para mantener el calor corporal. Opta por calzado con suelas antideslizantes para evitar caídas en superficies heladas.
- Protege tu piel, los labios y los ojos de los rayos solares: la nieve refleja intensamente la luz solar, lo que puede provocar quemaduras. Utiliza gafas de sol, crema solar y bálsamo labial con filtro ultravioleta.
- Valora tu nivel de energía antes de enfrentarte a la montaña: la altitud y el esfuerzo físico pueden ser agotadores. Descansa lo suficiente y conoce tus límites.
- No improvises con deportes desconocidos: si no tienes experiencia, practica actividades como el esquí o el snowboard únicamente bajo la supervisión de un monitor cualificado. Esto garantiza seguridad tanto para ti como para otros en las pistas.
- Respeta la señalización de las instalaciones deportivas y de ocio: los avisos y barreras están diseñados para prevenir accidentes, incluso si las áreas restringidas parecen tentadoras.
- No te acerques a precipicios, incluso si parecen estables: la nieve puede cubrir grietas o bordes inestables, haciendo que un paso en falso sea peligroso.
- Evita las zonas con placas de hielo: estas superficies son extremadamente resbaladizas y pueden provocar caídas graves.
- Presta atención al equipamiento de los niños: asegúrate de que estén adecuadamente abrigados y protegidos. Los pequeños son más vulnerables al frío extremo.
- Cuidado con los trineos y plásticos en pendientes: deslizarse sin control por laderas nevadas o heladas puede generar lesiones muy graves. Usa siempre áreas destinadas específicamente para trineos.
- Fíjate bien en el camino que recorres: aunque conozcas la ruta, el paisaje nevado es muy diferente, porque ya no reconoces los referentes de siempre. Busca nuevas señales que te ayuden a identificar el camino de vuelta.
- No vayas solo de ruta, comparte con conocidos el camino por donde vas y no olvides llevar el teléfono móvil cargado.
Consejos prácticos para el nivel cero de alerta
Desde la Dirección General de Protección Ciudadana, recomiendan seguir los siguientes consejos prácticos en los casos en que se aplique el nivel cero:
- Si empeoran las condiciones meteorológicas, es recomendable que escuches las últimas predicciones del tiempo antes de iniciar un viaje.
- Lleva cadenas en el maletero, el depósito de combustible lleno y circula con mucha precaución sobre nieve y hielo; si viajas en coche, no olvides llevar una pala pequeña y mantas para emergencias.
- Emplea el freno motor para reducir la marcha del vehículo y no hagas movimientos bruscos al volante.
- Lleva un teléfono móvil cargado y batería de repuesto para avisar al 112 en caso de emergencia.
- En caso de quedarte aislado por la nieve, permanece dentro del vehículo con el motor encendido y la calefacción puesta, aireando el interior del mismo cada cierto tiempo, para que se renueve el aire, y asegúrate de que el tubo de escape no está tapado.
- Si te ves forzado a abandonar el vehículo, coloca en la antena un trozo de tela de color chillón para su posterior localización.
- Si tu domicilio se puede ver afectado por las temperaturas más bajas, recopila linternas y velas, pilas, cocinas o estufas tipo camping con provisión de gas, reserva de comida y sistemas de calefacción alternativos al habitual con su correspondiente combustible.
- En caso de que en el domicilio haya enfermos crónicos o personas de edad avanzada, asegura una provisión suficiente de medicinas.
- Para desplazarte, utiliza mejor el transporte público. Infórmate del estado de las carreteras y las previsiones del tiempo.
Cómo actuar ante el riesgo de aludes o avalanchas
Las avalanchas son fenómenos impredecibles que requieren precauciones:
- Evita explorar zonas recién nevadas: la nieve recién caída necesita tiempo para asentarse; de lo contrario, puede desprenderse con facilidad.
- Infórmate sobre la probabilidad de aludes: antes de salir a la montaña, consulta reportes especializados. Estar informado es la primera línea de defensa.
- Reconoce las zonas más vulnerables: las laderas orientadas al sol o contrarias al viento son más propensas a desprendimientos. Las lluvias sobre nieve en polvo también aumentan el riesgo.
- Si caminas en grupo, mantén una distancia adecuada: esto reduce las posibilidades de que un alud afecte a todos al mismo tiempo.
- Adapta tus horarios: evita transitar por áreas con abundante nieve durante las horas centrales del día, especialmente en primavera, cuando las temperaturas suelen subir rápidamente.
- Escoge senderos con obstáculos naturales: caminar por laderas con árboles o rocas grandes puede ofrecer mayor seguridad. Las laderas lisas presentan más riesgo.
- Cómo reaccionar ante un alud: si detectas un desprendimiento, intenta correr en dirección perpendicular a la trayectoria del alud. Esto aumenta tus probabilidades de escapar. Si no logras evitarlo, «nada» sobre la nieve para mantenerte en la superficie. Cuando el alud se detenga, adopta una posición compacta como si fueras una bola. Luego, usa tus manos y brazos para crear un espacio alrededor de tu rostro que te permita respirar.
- En caso de que te caiga la nieve encima y estés desorientado, un truco útil es escupir: la dirección en la que cae la saliva indica dónde está el suelo. Escarba en sentido contrario.
La nieve es un escenario espectacular, pero también puede implicar ciertos riesgos si no se toman las medidas adecuadas. Para evitar un accidente, no tienes más que prepararte y tomar precauciones ante grandes heladas y nevadas. No dejes que un bonito día de nieve sea una mala experiencia: sé prudente en los desplazamientos, valora la previsión meteorológica y lleva un buen equipo para no pasar frío.
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Fuente de información: Alertas por metereología adversa en la Comunidad de Madrid